Mientras Marianela Cabrera Moreno, guayaquileña, se encontraba en el velorio de un amigo en las calles 31 y Maracaibo, al suroeste de Guayaquil, Pascual Arriaga Aguilar, de 35 años de edad y de profesión albañil, presuntamente, castigaba a su hijastra, Melania Cabrera, de 3 años de edad, con un madero. El padrastro, quien afirma ser inocente, acostumbraba a tomar licor cada vez que llegaba de su lugar de trabajo.
La pareja llevaba cuatro meses de relación. Marianela Cabrera tuvo dos hijas de distintos compromisos y vivía con Pascual Arriaga a dos cuadras de sus familiares, entre las calles 31 y 32.
Su primera hija, Gabriela Laje, de 4 años de edad, sufre crisis nerviosas debido a los maltratos que su padrastro le propinaba.
Melania había sufrido una leve caída el jueves 19, un día antes de la presunta agresión.
La madre, vendedora de lotería, aseguró que el accidente no fue de mayor gravedad, por lo que dejó a la niña en la cama con un par de paños de agua.
"Regresé del velorio de un vecino aproximadamente a las 22:00 y la encontré con sangre en los ojos y en la nariz", afirma. Su conviviente, quien veía la televisión aquel fatídico día, no le dirigió palabra; se limitó a responderle que la niña se había caído de la cama y que estaba sangrando.
Según los vecinos del sector, el agresor se encontraba en el portal de la vivienda con su hermano, Roberto Córdova, con quien estaba libando.
Los golpes recibidos le produjeron, según los médicos del hospital Guayaquil, politraumatismos, hematomas, rotura de un diente y del tabique nasal. Sin embargo, luego de permanecer en coma, desde el viernes 20, la menor falleció el miércoles anterior en la sala de cuidados intensivos del hospital.
"El maltrataba a mis dos hijas con un palo, si se ensuciaban o si se portaban mal", dice Marianela Cabrera, madre de la menor.
El supuesto agresor fue detenido y trasladado al Centro de Detención Provicional (CDP) para investigaciones.
La autopsia reveló que Melania falleció a consecuencia de traumatismos craneoencefálicos, hemorragías y fracturas en la región occipital. De acuerdo con datos de los forenses, se presume que los golpes fueron con un objeto pesado.
El ministro fiscal Manuel Uriguen Cueva, encargado del proceso judicial, analizará los testimonios y el tipo de lesiones de la occisa para poder emitir el dictamen final frente al caso. (CHM)
Castigos
- La menor se encontraba en estado vegetativo y con un respirador artificial que le permitía controlar los latidos del corazón.
- Los comerciantes del mercado de la 31, ubicado frente de la casa de las menores, expresaron que el padrastro castigaba a las niñas constantemente.
- Los vecinos del sector, al suroeste de Guayaquil, realizaron la colecta que permitió comprar el cofre mortuorio.
- Melania Cabrera fue enterrada al mediodía en el cementerio Angel María Canals, del suburbio de Guayaquil, el jueves anterior. (CHM)
El maltrato infantil ocurre en todos los niveles sociales
Respecto de este tema, el sicólogo guayaquileño Eduardo Tigua Castro manifiesta que el maltrato infantil tiene vigencia en la sociedad latina desde el siglo XIX y ocurre en cualquier estrato social.
"La frase popular 'La letra con sangre entra', generaliza en los niños un tipo de maltrato que desencadena aberración. Un menor maltratado se convierte en un delincuente o criminal seguro, debido a la cantidad de maltratos recibidos", afirma.
A ellos añade que el 70% de las aberraciones de los hijos las han causado los padres por ignorancia o mala intención.
Por ello, Tigua cree que se necesita de una luz, una terapia y una toma de conciencia para combatir el maltrato infantil y no transmitir a los hijos los errores recibidos.
"Desde el punto de vista sicológico, el hombre devuelve los flujos negativos y puede convertirse en un ser peligroso", señala.
De ahí que en un estrato social de nivel bajo, el maltrato se evidencia en el salvajismo, provocadopor la falta de educación y cultura de los progenitores".