jueves, 20 de mayo de 2010

EL VALOR ESTÉTICO

La palabra «belleza» tiende a implicar la connotación de algo agradable a la vista o al oído; no todas las obras a que atribuimos valor estético pueden considerarse bellas. Las obras de arte pueden impresionarnos profundamente, reorientar nuestras ideas o nuestros sentimientos, conmovernos o aturdirnos, pero no necesitamos encontrarlas agradables; y, sin embargo, es esta cualidad hedonista la ordinariamente connotada cuando denominamos a algo «bello».

Aristóteles, presenta el argumento asimétrico, quien propone que entre el arte y el conocimiento hay y debe haber armonía, en cuanto el artista explora de otro modo la realidad, por lo tanto lo subjetivo no se puede aislar de la reflexión sobre la realidad.
En consecuencia el arte tiende también a mejorar nuestro conocimiento de la realidad, lo cual incluye lo terrible, lo absurdo, lo contradictorio y lo siniestro. John Hospers sostiene la tesis que el ―juicio estético–o juicio de gusto- no es un juicio sobre la verdad o la falsedad de algo. Por consiguiente separa los campos de lo bello, de la ética y el conocimiento. Sin embargo acepta que la obra de arte contiene posiciones acerca de la realidad, es decir, contiene una concepción del mundo. Generalmente implícita, plantea la discusión de la verdad como base de los conceptos de ―fidelidad y naturaleza humana.

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